Cómo experimentar la verdadera abundancia hoy

Son las 5 am de este domingo, y llevo una hora despierta, con la misma energía que puedo sentir en la mejor hora del día. Siempre me pasa con la lluvia. Y lo más impresionante de todo, es que siento la lluvia que me despierta antes de llegar. Hoy está particularmente ruidoso por el viento, pero mi conexión con la lluvia está a otro nivel, no tiene que ver con el ruido. En Santiago cada vez llueve menos, así que cada lluvia se ha transformado en una novedad. Sueño con vivir en el sur, donde llueve días y días, e imagino con entusiasmo lo prolíficas que serían mis madrugadas.

Ahora, no podría imaginar mejor panorama que éste. Estoy en mi cama, con un agua de hierbas en el velador, mi amor y mi perro durmiendo al lado mío, y yo escribiendo al ritmo de la lluvia. Me emociona muy profundo. Es un momento perfecto.

Ayer fue un día extraordinariamente mágico, en que aprendí una gran lección. Fue de esos días que nos marcan, que quedan como muescas en nuestro cuerpo, no como cicatrices sino que me las imagino más bien como tatuajes.

Ayer aprendí esto que quiero escribir en mi diario porque fue de esas cosas que hay que registrar. Pero lo escribo aquí porque es aún más mágico si puedo compartirlo contigo primero. Así se graba dos veces. Es como hacer un back up y además ver si algo de aquí te hace sentido.

Ayer fue un día en que aprendí a recibir.

Sin juicios, sin peros, sin exigencia, sin etiquetas.

Cuesta recibir cuando hemos aprendido a cerrar la compuerta de paso. La abundancia es un tema que llevo años trabajando. Muchos años.

La abundancia es un tema gigante, que todos deseamos, todos buscamos, todos queremos, y que todos podemos estar rechazando sin tener consciencia de ello.

Aprendí que sentirse carente de muchas maneras es generado por un problema de percepción. La carencia es un estado emocional, generado por la expectativa de algo que no tienes, que no está a tu alcance, que siempre te falta, que siempre está en el horizonte.

Pero en el horizonte deberían estar nuestras visiones, no poner ahí lo que nosotros llamamos abundancia. “Eso de allá, eso que veo a lo lejos es la abundancia que quiero manifestar”.

No. Creo que eso es un error de foco.

Eso que veo en el horizonte es mi visión, que mueve mi corazón, que me arrastra con fuerza magnética a ser cada día una mejor versión de mí, que me arrastra a crear, a compartir, a amar, a tomar acción, a observar y sentir el camino en mi piel.

Pero si a esa visión la llamo abundancia, por simple lógica lo que no sea esa visión no será abundancia. Y la visión de lo que quiero que está en el horizonte, está allá porque no está hoy en mi vida y entonces no sería posible tener abundancia hoy.

Ayer me di cuenta que tantas veces confundo estas cosas. Fue un aprendizaje tremendo. TREMENDO. Por eso digo que ayer fue extraordinario. Aprendí a recibir lo que tengo en mi vida y la abundancia cayó en mi como un océano. Porque así es como soy de abundante. Y me emociona hasta llorar.

Ayer di mi primer curso de reiki. Una experiencia indescriptiblemente bella. Recibí tanto, tanto amor.

Y me sentí tan abundante, tan completa, tan luminosa, radiante, feliz, plena, entregando reiki.

Y ahí vi, como un espejo de mi vida, lo que escribo aquí. Es igual que el reiki. Si le enviamos reiki a alguien que no quiere recibirlo, esa energía se va a la tierra. “¿Por qué alguien no querría recibir Reiki?”, preguntan mis alumnos cuando les enseño sobre esto.

Es una pregunta absolutamente válida, si sabemos que el reiki es la energía de la más alta vibración del universo, energía de amor sanadora. ¡¿Por qué alguien no querría recibirlo?!

Asimismo me llegó este insight ayer.

Tenemos tantas tantas bendiciones en nuestra vida del tipo “energía reiki” que no somos capaces de ver ni de recibir porque estamos allá, mirando el horizonte, esperando a que eso de allá nos dé la seguridad, la satisfacción, la felicidad que buscamos.

Cuando, en realidad, eso de allá existe para que nos movamos. Pero la abundancia es la que tenemos HOY en nuestra vida. Por que así es; ya la tenemos. Por montones, fluyendo inagotable. Como la lluvia en este momento.

Así también me pasó cuando desperté hoy a las 4am. Pensé “qué desastre será mi domingo con este insomnio, si hay tantas cosas que quiero hacer”. Cuando comenzó a llover a los dos minutos lo vi, me di cuenta de todo esto. De que este insomnio lluvioso, a estas horas de la madrugada, también es un regalo, de abundancia creativa hasta el infinito, de emoción que me tiene despierta hasta la última célula.

Es realmente un regalo recibir este insomnio creativo.

Un regalo.

Muchos adverbios. Lo sé. Es que estoy emocionada.

2 comentarios en “Cómo experimentar la verdadera abundancia hoy”

  1. Maravillosas palabras Fran 😉 y que lindo que sientas eso. La abundancia siempre ha estado en ti, en mi y en todos nosotros….pero pasan muchas cosas que no nos dejan ver con claridad la vida y lo hermoso que es…
    Yo a esas horas tambien estaba despierto y ansiaba que lloviera…creo qur pude dormir alrededor de las 6, mientras escuchaba y disfrutaba de esta lluvia tan esperada para limpiar y llevarse lo estancado.
    Un gran abrazo

    1. Rafa!! muchas gracias a ti por tus palabras y compartir tu experiencia con esta lluvia 🙂
      Parece que los corazones sensibles nos entregamos inevitablemente a la lluvia <3
      Un abrazo grande para ti también!

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